domingo, 23 de agosto de 2015

Reflexiones de madrugada...

Hay  momentos en la vida en los que, sin esperarlo, de repente puedes tener una conversación de lo más transcendental con unos desconocidos. Incluso a las 4 de la mañana, cuando parece que solo hay borrachos por la calle, también puede haber gente sensata por el mundo, que de repente irrumpe en la conversación que estás teniendo con unos amigos.

Y tras una pequeña conversación transcendental sobre la vida, el amor, etc, puedes aprender mucho, y abrir la mente a lo que te dicen unos desconocidos. A veces necesitamos a alguien que nos recuerde la vida está para vivirla y disfrutarla, y no para pensar cuestiones como qué pasa si hago esto, qué pasa si hago lo otro, cómo me declaro a esta persona, cómo hago para hacer eso...

En cuestión de sentimientos, no hay que pensar, muchas veces lo mejor es guiarse por el impulso o simplemente, saber esperar. Las cosas normalmente surgen por sí solas, pero no hay que estar pensando qué pasará o no, simplemente, ir viviendo. Si bien, bien, y si no, a otra cosa. Pero siempre, intentarlo, y no quedarse pensando qué hacer -mientras la vida pasa-, o quedarse con el "qué hubiera pasado si..."

Y con algo que me dejaron pensando, fue cuando uno de ellos dijo que está en contra de la visión occidental de las parejas. Que tener pareja es "no ser libre del todo", que parece que la otra persona tiene la obligación de hacerte feliz, y tú de hacer feliz a la otra persona. Pero realmente, nadie está obligado a nada. Cada uno debería ser perfectamente libre para hacer lo que quiera en cada momento, sin sentirse atado a cosas como "tengo que llamar a mi novia", o cosas como "quiero hacer esto pero no lo hago porque a mi novio no le va a gustar". Ahí se está cortando toda la libertad, cuando además elijes lo que quiere otra persona por encima de lo que preferirías tú.

Yo ahí no pienso como él, creo que se puede ser libre teniendo pareja. Lo que hay que hacer es intentar estar con la otra persona sin querer poseerla. Intentar darle la libertad para que haga lo que quiera (aunque sea sin ti), y en general, que tu pareja sea igual que un amigo: al que no pides nada, no le exiges nada ni está obligado a nada, simplemente está ahí para cuando quieras, pero además tiene su vida aparte de la tuya. Pero con una pareja puede ser complicado porque quieres todo con la otra persona, y eso puede hacer que sin darte cuenta le exijas más que al resto, provocando un efecto de posesión, quizás también por el miedo a perderlo. Aunque precisamente con eso, se puede conseguir el efecto contrario.

Y con estos pensamientos, me voy a dormir un sábado cualquiera de agosto...
No soy mucho de salir de noche, porque yo no bebo y odio ver a gente borracha. Pero a veces la vida te puede mandar estas "casualidades" Gracias a esos desconocidos que pueden aportarte tanto.



martes, 11 de agosto de 2015

De guardia con Óscar

Hoy os traigo otra reseña de un libro escrito por un médico estadounidense. Se trata de De guardia con Óscar, de David Dosa. Lo compré el día del libro en los puestos que ponen por las calles de Madrid, y me lo he leído recientemente. He de decir que me encantan los gatos, y por ello, lo que más me llamó del libro, es la portada. Además del precio, ya que me costó un euro.


Según cuentan en casadellibro.com: "En 2007 la historia de un gato muy especial dio la vuelta al mundo. Oscar, uno de los gatos que vive en una residencia geriátrica en Rhode Island cerca de Nueva York posee un don increíble: es capaz de sentir cuándo un paciente está a punto de fallecer. Este gato tan especial acompaña al enfermo en su tránsito al otro mundo, aportándole un discreto pero agradecido consuelo. A raíz de la gran repercusión de ese caso, el doctor David Dosa, alguien no especialmente amante de los felinos y más bien escéptico de los dones extraordinarios, decide relatar la historia de Oscar pero también la de su trabajo; un oficio duro que consiste en hacer lo menos penoso posible los últimos años de vida de los pacientes, pero que también resulta tremendamente gratificante. Son muchas las historias conmovedoras, tristes y hermosas que al doctor Dosa le toca vivir en su quehacer cotidiano y que relata, de forma muy humana y con una gran sensibilidad"

Al principio, pensaba dos cosas: primero que iba a ser sobre todo la historia del gato, y dos, que lo iba a pasar muy mal porque el gato al final del libro, moriría. Pero he de decir que ninguna de las dos cosas son así. De lo de que el gato no muere, te enteras ya en la Nota para el lector, así que estupendo. De lo otro, te vas enterando a lo largo del libro.




El libro narra desde el punto de vista de un médico, cómo es la convivencia de sus pacientes y familiares en un centro geriátrico. Narra su experiencia como médico, pero también la experiencia de los familiares con demencia, con alzheimer, etc. Cómo de repente olvidan cómo se pone el cinturón de seguridad, cómo atarse los zapatos, van desaprendiendo cosas. Cómo un día no saben volver a casa, o de pronto no reconocen a sus familiares. 

El libro me ha gustado mucho, he podido ver casos reales de cómo lo pasan las familias de ancianos con demencia, cómo se niegan a internarlos en una residencia, etc. Aprendes mucho de estas enfermedades tan comunes en los ancianos, y de cómo se debería tratarlos. Y la parte del gato, me ha encantado, cómo los animales pueden tener una sensibilidad especial, y darse cuenta de cosas que para los humanos no son apreciables. Una historia conmovedora, que da mucho que pensar.


David Dosa y Óscar. Imagen de http://www.fromisi.com/

Os dejo un fragmento que no tiene que ver ni con el gato ni con la residencia donde trabaja David, pero que personalmente, me ha gustado mucho. ¡Animaros a leerlo!

"Cuando regresé a casa aquella noche, me recibió el chillido estridente de mi hijo. Ethan, que salió corriendo de la cocina para saludarme con los brazos abiertos. Su rostro era el fiel reflejo de la felicidad absoluta. Bastaba con que yo llegara a casa para alegrarle el día. Lo cogí en brazos y lo abracé con fuerza. 
- ¿Cómo está mi grandullón? - le pregunté
Tras besarme la mejilla comenzó a enumerar, sin parar y hablando atropelladamente, todas las cosas que había hecho aquel día. 
- Papi, no te imaginas lo que he visto hoy en la escuela.
- ¿Qué?
- No puedo contartelo, es un secreto.
Era un juego al que jugábamos a menudo. Me tocaba adivinarlo. 
- Has visto... ¿una nave?
Me miró con los ojos bien abiertos. 
- ¡Noooo, papi!
- Un... ¿dinosaurio?
- ¡Nooooo, papi!
- ¿Un...?
Incapaz de contenerse por más tiempo, Ethan lo soltó
- ¡Un camión de bomberos! Era enorme... y rojo.. y hacía mucho ruido. 
Siguió describiéndome el camión, mientras lo llevaba en brazos al salón, donde encontré a mi hermosa mujer sentada en la alfombra junto al bebé. Cuando Dionne me vio, me dirigió la misma sonrisa de la que me enamoré hacía ya años, y por un instante me pareció que nuestra pequeña Emma la imitaba. Esta era mi fortuna, y no tenía que esperar a jubilarme para disfrutar de ella. En la salud y en la enfermedad. "

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De guardia con Óscar / David Sosa. Madrid: Embolsillo, 2012. Colección Inspiración, 88. [Publicado anteriormente en tapa dura con la editorial Maeva]
Web oficial del autor --> http://daviddosa.com/pages/?paged=2

domingo, 2 de agosto de 2015

La chica de Los Planetas - frases para pensar

En el post anterior os hablé de un libro que he leído recientemente, La chica de Los Planetas. Os comenté que tiene frases y párrafos que te dan mucho que pensar... A continuación, os voy a dejar algunos de esos fragmentos.

- "La música y el amor son los únicos elementos que pueden curar cualquier herida -me dijo mientras movía el vaso suavemente para hacer golpear los hielos -. Ambos conceptos están tan estrechamente unidos que es imposible que exista la música si no hay amor por ella, y es imposible que haya amor si no hay música dentro de él" (p. 33)

- "¿Sabes cómo hay que amar? Hay que hacerlo como lo hacen los agricultores a sus huertos. Hay que despertarse cada día pronto y que tu primer pensamiento sea para ella. El agricultor al despertarse piensa en su huerto, en cómo habrá amanecido. Tu haz lo mismo, joder, levantate con ganas de ir a mimar ese humilde huerto que estás cultivando día a día con la persona que quieres. [...]. Si hay algo que no crece entre vosotros, presta más atención, más ternura y más detalle para que no se eche a perder. Si algo se ha secado entre los dos, arranca de raíz todo aquello que ya no puede dar fruto, porque si se exiende hará daño al resto... Y vuelve a sembrar [...]. Tendrás días secos, de sol expléndido, de tormentas, de rayos y putos truenos. Pero no te acojones., Resiste. Ama y suda por ello, como hace un agricultor , y no habrá nadie más feliz que vosotros en todo este mundo." (p. 61-62)

- "Aún conservo esa fotografía, y lo que más me gusta es que ella estaba a mi lado cuando la hice" (varias páginas)

- "Recuerdo que no nos besamos con la boca, porque ya lo habíamos hecho con la mirada, y con los gestos" (p. 157)

- "A mi siempre me gustaba ayudarle en la cocina con lo que estuviera haciendo, ya fuera cocinando (mal) o fregando (bien), , y ella siempre se negaba a que hiciera ambas cosas. Cuando no hacía caso a sus indicaciones y me ponía a lavar los platos después de comer, se cabreaba infinitamente, dejaba de hablarme y me llamaba cabezón, hasta que finalmente se acercaba a mí y mientras fregaba, me abrazaba por la espalda y descalza, se ponía de puntillas para besarme las mejillas". (p. 166)

- "Desde entonces, he asumido que es imposible escapar de un buen recuerdo, ni siquiera de su parte más material, porque acaba volviendo a ti de alguna forma en este universo infinito al que, de cuando en cuando, le da por alinearse y romper tus esquemas. Aquella brutal coincidencia me hizo recordar que aún no he sentido unas garras tan poderosas y aguerridas como las de la mujer dragón cuando me abrazaba en su cocina" (p. 170).

- "Llamadme hijoputa, pero eso de decirle a tus ex "me alegro de que seas feliz con otra persona" es para fracasados, idiotas, rendidos y, sobre todo, para los que nunca han querido de verdad. Cuando alguien dice eso,  hay dos opciones: o está miniendo, o ya no queda nada. Y si no queda nada, es que nunca hubo algo" (p. 197).

- "Cuando se cumplió un año de aquel concierto, repetía Supersubmarina en La Riviera y mis amigos me dijeron que compraríamos las entradas, pero me negué por completo. Me moría de ganas de ir al concierto, pero sólo si era con ella. Aquella vez, no tuve los suficientes huevos para someterme yo solo a la tortura de un recuerdo perfecto" (p. 217).

- "En ese momento me senti afortunado, por ser yo y solo yo el que estaba a su lado, compariendo el peor día de su vida" (p. 224).

- "Me pidió que me quedara con ella hasta que se durmiera. Quié la luz del techo, encendí la de la mesilla, y me tumbé a su lado, mienras ella posaba su cabeza como una pluma, sobre mi pecho y uno de sus brazos se enroscaban en mi cinura, como una dulce garra de dragón. [...]. En aquel momento era el hombre más afortunado de odo el planeta." (p. 238).

- "Aquel contraste entre lo diferentes y parecidos que éramos nos hacía verdaderamente únicos, y nos provocaba una atracción de amor plena.  Pero fuimos incapaces de ceder y darnos cuenta de que el puto amor está por encima de todo y de canalizarlo por el lado correcto. Porque amar es lo primero, lidiarás con lo que vaya viniendo después según llegue. Si amas, el resto se puede ir a tomar por culo." (p, 245)

- "Y antes de que me dejara decir nada, señalando el mar, me dijo; mira que enfurecido esá. ¿Lo ves? Así son las mujeres. Pueden hacer que creas que no están seguras de nada, como hoy hace el mar, emopujando las olas sin ningún tipo de armonía, creando desastres. Pueden hacerte creer que hoy no es su día, que no te quieren, pueden hacer que pienses que solo quieren zarandearte porque no las comprendes. Pero hay otros días en los que el mar está en calma y te das cuentan de que todas las mareas del mundo merecen la pena conm tal de contemplarlo así" (p. 249)

-  Las chicas del mundo se sentirán afortunadas, pero a ellas nadie las ha leído poemas de Bukowski en una cafetería de Malasaña" P. 276

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La chica de Los Planetas / Holden Centeno.-- Barcelona: Planeta, 2014.-- 335 p.