martes, 30 de octubre de 2012

Jaula de Grillos - Crónica de un Concierto

Hace año y pico tuve el placer de conocer a un grupo madrileño de una forma muy extraña: una amiga me avisó de que un grupo que a ella la gustaba mucho, tocaba en una tienda de ropa, en la Fashion Night Out 2011, en Madrid, septiembre del citado año.

Como yo siempre me apunto a un concierto, fui. La verdad es que ese día me impactaron, y me quedé con el nombre del grupo. Jaula de Grillos, cuatro chicos que me transmitieron muchos sentimientos con su música. Los conocí en versión acústica, por ese motivo me llegaron tanto, yo soy de baladas, de conciertos acústicos, donde todo se siente más y mejor.

Tras ese concierto, recuerdo otro meses más tarde, en una sala de la Castellana, La Cocina, el 22 de octubre de 2011. Yo estaba mal de un pie, pero como tenía muchas ganas de volver a verlos, fui. Y sola, pero cuando me gusta un concierto, me da igual sola, acompañada que como sea. Puedo decir y digo que ese concierto me gustó pero lo disfruté menos que los anteriores y los siguientes. El concierto era con la banda al completo, y no conocía del todo las canciones. Aún así me emocioné muchísimo con ciertas canciones que me encantan, sobre todo cuando se sentaron en las escaleras del escenario, y se pusieron a tocar en modo acústico... Gran momento. Como iba sola y había mucha gente, ese día no esperé a saludarlos después del concierto.

El siguiente concierto al que fui, ha sido ya este 2012, el 30 de mayo en Moby Dick. De ese concierto guardo muy buenos recuerdos. Fuí con la chica que me los presentó, y me encantaron. Al igual que en el concierto anterior,  lo que más me gustó fue la parte final, en la que se sentaron fuera del escenario, y cantaron en acústico ciertos temas. Este concierto lo disfruté mucho, porque ya me empezaba a saber todas sus canciones, y de esa forma se viven más los conciertos. Ahí escuché por primera vez "Quién", una balada que emociona mucho en directo... Tengo vídeos de ese día, y aún me sigo emocionando al verlos...



El siguiente concierto al que fui fue realmente emocionante. Un acústico en Fnac, el 5 de julio de 2012 tenéis la crónica en este post de aand. Ese fue el concierto donde conocí en persona a una chica que había conocido por twitter, Andrea (aand). En este concierto me emocioné muchísimo con ciertas canciones, a la vez que veía como aand es de las mías, que incluso llegaba a llorar con algunas. Me alegró mucho conocerla y ver que existe gente como yo, que se emociona tanto con su música. El concierto duró una hora escasa, pero es uno de los que más he disfrutado.



El último concierto suyo  al que he tenido oportunidad de asistir, ha sido el pasado martes 23 de octubre de 2012, en el Búho Real. Yo fui muy emocionada, ya que los iba a escuchar en el formato que más me gusta, en acústico. Empezaron a las diez en punto, y duró hasta justo la medianoche.

Comenzaron diciendo que Álvaro fue papá el día anterior, y Jacobo estaba a punto de serlo, y por eso no han ido ninguno de los dos.

Comenzaron cantando "Todo lo que tengo", y al terminar, dijeron que el público pidiera canciones. Pidieron Bananas, más conocida como "746". Después hicieron dos versiones, "Llamando a la tierra" de M-Clan, y "No hay dos sin tres", seguidas de canciones propias como "Quién". "Luces de Madrid" y "Tu canción". Esta última cantada por Óscar, grandes las sensaciones que transmite hasta conseguir emocionar...

Posteriormente cantaron una versión de una canción de Katy Perry, seguida de "Compás de Espera", de Los Madison, cantada por los tres, un trocito cada uno. Continuaron con "Quererte Odiar", "No pidas perdón", "Ella nunca conoció a Julieta", y la gran balada "Mi Guerra y mi Paz". Después cantaron una de la época en la que se llamaban InAlbis, "Otra oportunidad".


Tras esto, versionaron "Lady Madrid" de Pereza, y luego cantaron "Pop chicle", dedicada a sus primeros fans. A continuación cantaron "Somos más", enlazándola con un trocito de "We are young", y otro de "Te he echado de menos" de Pablo Alborán, para acabar tocando entera "Someone like you" de Adele.

Continuaron con el que va a ser nuevo single, "Mil pedazos". seguido de "Quince de septiembre", canción que el público pidió como San Sebastián. Tras esto, versionaron "Yesterday" de The Beatles, y continuaron con la voz de Óscar en "Bajar el Telón",  seguida de "Adiós", y un trocito de "Estoy aquí" de Despistaos, "I'm yours" de Jason Mraz, y "Quiero un camino" de Melón Diesel.

Alargaron el tiempo al máximo, mientras preguntaban al director de la sala si podían seguir tocando más, dieron colofón con una versión de "All you need is love", gran final para este concierto en el que mucho fue improvisación, en el que el publico pedía canciones, siendo muy cercano y diferente.

Tras acabar todas las canciones, tuvo lugar la presentación del nuevo videoclip en exclusiva, "Mil pedazos", con Dani Marco de Despistaos. El videoclip se estrena hoy 30 de octubre, y en el concierto lo pusieron en exclusiva.


Entre las canciones sucedieron muchas cosas. Comentaron por ejemplo, que ha ido un amigo a verlos, pero que no ha podido entrar, porque se ha llenado la sala. Tras acabar la canción 17, Juan comentó que él es muy malo con las letras, y se le olvidan muchas veces, que no lo tengamos en cuenta. Luego comentó una anécdota suya, y es que ha ido al cine a ver "Lo imposible", y se ha desmayado, al igual que le ha pasado a más gente. Antes de empezar a cantar las versiones, comentaron que hace poco han estado tocando versiones en una boda.

Después de cantar "Ella nunca conoció a Julieta", dieron una gran noticia: este año cumplen 5 años desde el primer disco, y han pensado tocar tres noches seguidas en un local: una noche el primer disco, otra el segundo, y otra del tercero y versiones. Gustó mucho la idea, aún no saben aún donde será, están buscado sala por Madrid.

Tras el concierto, pude hablar con cada uno de ellos, a todos les sonaba pero no me ubicaban, hasta que nombré a la persona que me los presentó el año pasado, y a Andrea. Puedo decir que me parecen encantadores, agradecidos, y muy amables. No viven de la música, cada uno tiene su trabajo, y tocan casi siempre sin cobrar. Como le dije a Juan, eso lo valoramos mucho, que lo hagan por el placer de tocar, y que nunca dejen de hacerlo, ya que con sus canciones llegan a emocionar al máximo. 

Tras este increíble concierto, he vuelto a casa muy emocionada, la música en directo, y ellos con sus letras, son capaces de transmitirme sensaciones, emociones, y sentimientos de una manera increíble.  Escuchar "tu canción" en acústico  sentirme identificada con la letra, y sentir unas sensaciones que simplemente, no puedo describir con palabras, pero me encantan...

Os recomiendo a todos los amantes de los conciertos, de los acústicos, y de la música en general, que escuchéis a este grupo, y sobre todo, que vayáis a un concierto suyo. Merecen mucho la pena. 

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Otras crónicas del concierto:
- Comparte Música:  La fiesta del grillo
- Entre Amigos con Jaula de Grillos

- Web oficial
- Más sobre el grupo, del blog de aand

domingo, 28 de octubre de 2012

La vida es como un cubo de mierda

Hace exactamente una semana, tuve una charla complicada con una pesona que hacía tiempo que no veía. Estábamos los dos demasiado trágicos respecto a la vida, y él me contó un símil sobre la vida, que una vez se inventó o alguien le contó. La he intentado buscar por Internet pero no existe, así que la relato tal y como me la contó él. Disculpad el vocabulario empleado.

La vida es como un cubo de mierda.
Cuando nacemos, todos lo hacemos con un cubo imaginario. A medida que vamos creciendo, el cubo se nos va llenando de mierda.
Cuando eres pequeño, son tus padres los que van sacando la mierda de tu cubo, la poca que entra siendo niños.
Cuando ya empezamos a ser adultos, tenemos que encargarnos de sobrevivir, quitando día a día la mierda acumulada.
Si un día no dedicas algo de tiempo para quitar mierda de tu cubo, éste se llenará, y llenará, y al final tendrás que pedir ayuda para que alguien lo vacíe contigo.
Habrá veces, que alguien se sienta decepcionado, y se dedique a salpicar de su mierda en cubos ajenos. Y el caso contrario, que nuestro cubo esté tan lleno, y estemos cabreados con alguien, y echemos un poco de la mierda de nuestro cubo, en el suyo, quízás queriendo, o quizás sin querer.

Moraleja: la vida es un continuo caminar, un continuo tirar para delante esforzándonos por estar bien. En la vida muchas veces gente nos hará daño, pero lo que hay que hacer, siempe, es tirar hacia delante. Solo así, e intentando no salpicar a los demás con nuestros problemas, y pidiendo ayuda cuando sea necesario, podremos vivir tranquilos.




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Gracias por todas y cada una de las palabras de aquel día, por aquellas miradas que tanto hablaban sin necesidad de decir nada, y por ser la única persona que percibió tristeza en mi mirada escondida entre sonrisas.

viernes, 26 de octubre de 2012

"Me alegro por tí"

Cuando a alguien le sale algo bien, tiene éxito en algo o aprueba algo, todos estamos acostumbrados a estuchar el típico "me alegro por tí". Pero, ¿hasta qué punto es cierto?

Hace unos días he descubierto el valor de un "me alegro por tí", dicho sin palabras. He estado varios meses ayudando a una amiga con su Proyecto Fin de Máster, tanto, que sentía como si fuera un poco mío. Fui a su presentación, estando yo muy nerviosa y emocionada... Y cuando la dieron la nota, lo mío no fue un "me alegro por tí", fue un "Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" y un enorme abrazo emocionada.

Un "me alegro por tí", cuando de verdad se siente, muchas veces ni se dice, simplemente, se demuestra. Un "me alegro por tí" de hecho, no es necesario decirlo, porque simplemente se lee en la cara del otro.



Dicho esto, añado que ayudar a alguien desinteresadamente, dedicar horas con algo que a mí de primeras no me va a aportar nada, al final es lo mejor del mundo. Véase casos como el voluntariado que realizo, o este que acabo de exponer. Como tenía tiempo, he dedicado horas y horas a leer su trabajo y proponerla cambios y mejoras, tanto me he implicado, que cuando la tocó exponer estaba yo casi más nerviosa que ella... Pero la nota que ha sacado, me hace sentirme orgullosa de mí, y de ella ^^

Y ya que estoy, la doy las gracias por lo bien que se la da escuchar, preocuparse por mí cuando estoy mal,  y echarme broncas cuando me lo merezco :)

martes, 23 de octubre de 2012

Quien quiere, ¿puede? - Como conseguir plaza en una EOI


Hace tres meses publiqué un post muy positivo, el cuál podéis ver en este link. Hacía referencia a la motivación y que si alguien quiere algo, puede. Incluía además un cuento sobre el tema. Yo pienso que esa frase es aplicable en la mayoría de los casos, pero ¿Realmente es cierto? 

Voy a exponer un caso propio:

Este año quería entrar en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI). Tenia muchas ganas de entrar, y de mejorar mi inglés. En la comunidad de Madrid, es muy complicado entrar, hay muy pocas plazas para la cantidad de gente que lo pide. No tengo datos exactos, pero según he leído, se ha quedado fuera más del 50% de personas que realizaron la preinscripción.  Este año han subido mucho los precios (ha pasado de costar 119€ a costar 269€), pero hay mucha más demanda.

Diría y de hecho digo: muchos de ellos se han quedado fuera porque han querido (básicamente). Para apuntarte a la escuela de idiomas, el procedimiento común es realizar una preinscripción y hacer una prueba de nivel en una de las escuelas, en abril/mayo. Semanas más tarde, publican listas con el nivel asignado, y posteriormente, realizan unas listas con unos números de orden, los cuales son tu número para entrar en la escuela. Por ejemplo, yo tenía el número 57. Si salían 57 plazas, entraba en esa EOI, si no, no. Y cuál es mi suerte, que salieron 51 plazas. Si no te la dan, puedes ir otro día a la repesca: hay gente que pide la solicitud, pero luego no se matricula, por lo tanto, entra más gente. Fui, y cogieron hasta el número 55. Me quedé a dos números de entrar.

Peeeeeero, yo quería entrar. Y quien quiere puede. Me informé, y ví que llevando el certificado de nivel de mi escuela, podría recorrerme las EOI hasta que encontrara una en la que hubiera plazas. Y eso hice. He dedicado dos días enteros a recorrerme Madrid y provincia, en búsqueda de una EOI con plazas en mi nivel. Pero, como dicen, quien quiere algo, algo le cuesta. Cuando encontré una con plazas me puse muy contenta, lo había conseguido. Pero al final ví que el horario era horrible, y no lo cogí.

¿Qué hice entonces? Seguir buscando. Mandé mails a las EOI, llamé a otras tantas, miré las páginas webs de todas (manda narices que cada EOI sea un mundo y cada pg web totalmente diferente). Al final, acabé con un listado de las EOI en las que todavía quedaba alguna vacante para mi nivel. ¿Que hice? Llamar por teléfono a la que más me interesaba de las que quedaban vacantes. ¿Que no me cogen el teléfono? Pues muy bien, a ir en persona a preguntar.

Tras todo este movimiento, en esta EOI citaban a la gente un día a una hora, para que por orden de llegada, asignaran las plazas. La hora citada eran las 16h, yo llegué pasadas las 15h, y ya había mucha cola de gente esperando. Al final pude conseguir mi plaza, y en el horario que yo quería. 

Conozco mucha gente que no sabía lo de la "repesca", o cuando les han dicho que no había plaza donde la echaron, no han querido moverse e informarse de las escuelas con plazas en su nivel. Esas personas, vale, quizás trabajaban, o quizás simplemente, no les apetecía ponerse a buscar. Pero si realmente querían una plaza, si no pueden ir a preguntar a los sitios, mandan a alguien, buscan por Internet, llaman por teléfono... Lo que sea, pero si realmente querían plaza, deberían haberse movido y probablemente la hubieran conseguido.

Yo ya he empezado las clases en la EOI que elegí para ir a la repesca. No es la que elegí de primera opción porque en esa se llenaron las plazas a la primera, pero como realmente quería conseguir mi plaza, a moverme, dedicar tiempo, y todo lo necesario, para conseguirlo.

Tras esta reflexión, os digo que muchísimas personas se han quedado sin plaza. Pero porque como no la han conseguido en el sitio que querían, no han querido buscar en otra. No han querido, porque poder, podrían haber podido. Las personas que nos hemos movido para conseguirlo, que hemos preguntado, que hemos empleado mucho tiempo en informarnos bien y movernos para conseguir plaza, somos las que lo hemos conseguido. 

Y dicho eso, quien quiere, ¿puede?

Depende, efectivamente, del caso que sea. Hay cosas, como la que acabo de exponer, que consisten en que si quieres, te informas bien, y mueves cielo y tierra hasta que lo consigues. Hay hechos que efectivamente, no dependen de tí. Por ejemplo, por mucho que quieras a alguien, tu no puedes hacer que ese alguien te quiera. Quizás puedes intentarlo: puedes tener una serie de detalles, hacer una serie de cosas que sabes que le gustan a la otra persona... Pero nada está asegurado, en este caso, quien quiere, puede hacer algo, pero no se le asegura nada.

Realmente como en todo, si no se intenta, nunca se sabrá si podría haber sido posible.


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Fuentes (noticias sobre EOI).
- Demanda EOI http://www.telemadrid.es/?q=noticias/madrid/noticia/la-crisis-eleva-un-20-la-demanda-de-plazas-en-la-escuela-oficial-de-idiomas
- Menos plazas y más caras http://www.madrid2noticias.com/n-10676-2-escuelas_idiomas_duplican_precio_matriculacion
- Precios EOI http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/23/madrid/1343076404_261848.html

sábado, 20 de octubre de 2012

Café Literario Albert Espinosa

Hace unos días, tuve la oportunidad de asistir a un café literario con el gran Albert Espinosa. Catalán de de 39 años, ha superado tres cánceres siendo aún menor de edad. Conocido por sus libros, películas, y obras de teatro, y por la serie de televisión "Pulseras Rojas".  Colabora como columnista semanal en el diario El Periódico de Catalunya.

Actualmente acaba de terminar su último libro, el cual se desconoce el título, y saldrá publicado en marzo del año que viene. Además se encuentra inmerso en los ensayos de su próxima obra de teatro. Afirmó que va a ser la última que haga, ya que siente que ha escrito justo lo que quería escribir, y que su etapa en el teatro acaba, después de catorce años en la misma compañía.

El café literario tuvo lugar en el centro cultural Tomás y Valiente de Fuenlabrada, el pasado jueves 11 de octubre, duró hora y media, aunque para nada se hizo larga, todo lo contrario. Se habló principalmente sobre su último y más exitoso libro: "Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven".

A Albert Espinosa le gusta crear personajes diferentes, poco convencionales: gente sin piernas, con algún tipo de peculiaridad... No le gusta que en todos los libros todos los personajes sean "iguales" en ese sentido. Le gusta además que el argumento de la novela transcurran durante un día o dos, o tres como mucho. Si pasa más tiempo en la novela, le suelen cansar. Le gusta cambiar y que pasen cosas, para no aburrirse.

Eligió la isla de Capri para el desarollo de su libro, por la magia que dice que tiene aquel lugar. Él tuvo la oportunidad de ir en una ocasión, y allí le dijeron que si allí "piensas en un deseo y soplas, se cumple en cualquier parte del mundo". Le gustó mucho la magia del lugar y por eso su obra transcurre allí, aunque él ha estado solo en esa única ocasión.

Afirmó tener muchas cosas en común con Dani, el personaje principal de su última novela. Dijo que la vida de su personaje es un no parar, siempre pasándole cosas y siempre en movimiento. Pensó en hacer una posible segunda parte para su libro más famoso, pero no la hará, ya que piensa que ha dejado a los personajes justo donde tienen que estar. "Si la vida de Dani continuara, seguro que la caga".

Todos los personajes y sucesos de sus libros, tienen algo suyo: en el libro que fue a comentar, el Saco de boxeo que aparece junto al personaje de George, es algo real que le pasó,  surgió añadirlo al libro a través de un artículo que le dedicó. Y el encuentro en el libro con el Sr. Martín también le sucedió en el pasado. Siempre cambia algo o añade cosas para hilar el argumento, pero la mayoría de sus libros y obras están sacadas de vivencias propias unidas entre sí. Eso me pareció muy bonito, ya que habla de algo que conoce de primera mano.


Una de las frases con las que me quedé, es con la que dijo de que "No soy escritor, me gusta escribir". Escribe libros para él, porque le apetece. Si además gusta a la gente, perfecto, pero los escribe para él. Añadió además que los libros siempre los escribe a mano, le parece más mágico. Los guiones de teatro o películas, los escribe a ordenador, pero los libros le gusta escribirlos a mano.

Si os habéis fijado, muchas de sus obras tienen títulos largos y curiosos. Por ejemplo, la película que hizo "No me pides que te bese, porque te besaré", o sus libros "Todo lo que podíamos haber sido tu y yo, si no fueramos tú y yo" o "Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven". Le gusta poner ese tipo de títulos a sus obras, para cuando vayamos a la tienda a comprarlas, pasen cosas, y surjan conversaciones...

Sus libros favoritos son "Martes con mi viejo profesor"de Mitch Albom (es también uno de los míos), y "Las cuatro estaciones", de Stephen King. Sin embargo, él comentó que lee poco, no es un buen lector pero sí un buen "iniciador de libros", ya que empieza muchos, pero acaba pocos. Le gustan los libros cortos de 200-300 páginas (justo como él escribe), que enganchen desde el principio, y que tengan argumento claro, sin detenerse en los detalles de espacio. Por ejemplo, los típicos libros en los que se tiran 20 páginas describiendo una habitación de una casa, no le gustan, le gusta la acción, y para los lugares, a dejar espacio para la imaginación. También le gustan mucho los detalles que tienen dentro de los libros, como nombrar ciertas canciones o libros, que siempre significan algo.

Animó a todos a luchar por conseguir nuestros sueños y metas, y propuso proponerse fechas como una forma de conseguirlos. Comentó algo muy curioso que le pasó: cuando se estaba iniciando en la escritura, se propuso un margen de tres años para que alguien le descubriera. Justo el día que se cumplían los tres años y ya iba a dejar el tema aparcado, le llamaron.

Seguro que olvido comentar muchísimas cosas que se hablaron aquel día, pero con esta segunda vez que le veo, lo que puedo decir es que me parece que es una persona muy cercana y abierta, con mucho que contar, y con muchas vivencias que mostrarnos y enseñarnos.

Café Literario Albert Espinosa

- Luego deberás volver. Pero lo importante es que durante esas tres noches pararemos el mundo. 
- ¿Pararemos el mundo?
Asintió.
Me tocó por segunda vez el hombro y en esta ocasión, además, me acarició el cabello con suavidad.
- ¿Nunca has parado el mundo?
- Parar el mundo es decidir conscientemente que vas a salir de él para mejorarte y mejorarlo. Para poder moverte y moverlo todo mejor. En ese tiempo debes intentar que nadie ni nada te cree problemas. Alimentarte de buena litetatura, de buen cine, y sobre todo, de la única persona que te inspira en este mundo. ¿Y sabes qué?
- ¿Qué? -dije emocionado y fascinado.
- Luego el mundo te premia. El universo conspira a favor de los que lo mueven. Y ésos son los que lo paran. ¿Tu quieres mover el mundo o que te mueva?
Fragmento de "Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" 
Albert Espinosa
Capítulo 13, pg 121-122.

martes, 16 de octubre de 2012

Yo no pertenezco a ese tipo de mundo

Dentro de nada, menos de tres mesecitos que se pasan volando, acaba el año. ¿Qué he aprendido en este año? A no confiar.  (Si, querido lector, esta es otra de mis entradas catastrofistas contra el mundo y la humanidad).

En los últimos meses he presenciado una serie de cosas que no entiendo, y lo siento, pero nunca lo entenderé.  Hablo tanto a nivel de amistad, como a nivel de amor, y a nivel de cariño y respeto y valores en general.

En Montreal hubo una noche que acabé muy decepcionada del mundo: me junté con unas personas, las cuales acabaron todos liándose entre ellos.  Una de ellas tenía novio, pero alee, ¡vivan los cuernos! (nótese la ironía). Me pareció muy triste ver como como todos se liaban con todos sin ningún tipo de sentimiento, y casi se burlaban de mí por decir que no mil veces al ruso que iba detrás de mí. Pero lo siento, no me atraía para nada, ni siquiera sabía su nombre. Y no, yo no me lío con alguien por liarme, y nunca entenderé a la gente que sí lo hace. 

Conozco también otros casos de parejas que están juntas, pero no se quieren. Parejas que quizás por rutina, quizás por compromiso, quizás por el qué dirán, quizás por no estar solos, no se quieren pero no lo dejan. En la mayoría de los casos uno es el que está bien, feliz y enamorado, y el otro es el llamémoslo infeliz o quizás mejor inconformista,  que se queja de su pareja a las espaldas, hablando mal de él/ella, pero sin embargo, no lo dejan. También hay casos que aparentemente son la pareja perfecta, de años, pero sin embargo, uno de ellos lleva poniendo los cuernos durante toda o parte de la relación. Cosas que nunca entenderé, ya que si de verdad quieres a una persona, si de verdad estás enamorado, no pones los cuernos.


Luego hay personas seductoras por naturaleza. Personas que van tonteando con casi cualquiera que se les cruce por su camino, haciendo a veces cumplidos, a veces indirectas amorosas o sexuales… Pero que siempre están en el juego de la seducción, llegando incluso a decir que sois Almas Gemelas... Véase por ejemplo la típica noche de discoteca, en la que un chico va de "caza", y no para de intentarlo con una y con otra hasta que a veces lo consigue. Véase también otro caso muy diferente, como son los seductores por chat y derivados, que les gusta alagar a las personas del otro sexo, pero de una forma tan bonita que quizás ilusiona.

A ese tipo de personas del último ejemplo, generalmente del sexo masculino, lo único que les digo es que se vayan con cuidado, porque quizás haya alguna "tonta" por ahí que con ciertas palabras se enamora. Pero eso no es lo que quieren ellos, lo que quieren (quizás) es seguir jugueteando con cualquiera que se le cruce por delante. Me pregunto si algún día sentarán la cabeza este tipo de personas. (Y que se note que no hablo de nadie en concreto, hablo de gente en general y casos entremezclados. Me gusta pensar ilusamente que ciertas personas aparentan ser así, pero luego tienen un trasfondo importante, y lo peor es que realmente lo creo...)

Lo siento, pero yo no pertenezco a ese tipo de mundo. Quizás soy demasiado seria, demasiado formal, o demasiado políticamente correcta. Pero no se ser de otra forma. Orgullosa de que mi primer beso y mi primer todo, fuera con mi primer chico con el que duré más de tres años, y que todo surgiera en el momento exacto, y no deprisa como se hace ahora todo.

Yo soy de esas románticas que se ve que ya no quedan, de esas que solo besan a alguien cuando de verdad sienten algo. De esas que solo se acuesta con alguien cuando de verdad lo siente, y no el sexo por el sexo que se lleva ahora. Yo soy de esas tontas que se creen creían cada palabra bonita que las dicen si viene ya de un tiempo, pensando que todo el mundo va a ser como yo de llamémoslo sincero, iluso, o simplemente que cuando me dicen algo me lo creo. Si no es verdad, que no lo digan. No enamores a alguien si no le vas a corresponder.  

Yo soy de esas que si se me declara alguien que no me gusta, no me gusta. Y PUNTO, no hay nada más que hacer. No me voy a liar con él si no me gusta. Y efectivamente, cuando me gusta alguien, o cuando de verdad me enamoro de alguien (gran diferencia entre esas dos palabras), esas pocas veces en mi vida, estoy pendiente todo el rato de la otra persona, me preocupo siempre de la otra persona, y me entrego tanto, estoy tan pendiente, que asusto. Pero no sé querer a medias.  



Después de saber en qué tipo de mundo vivimos, a medida que pasan los años en la vida de cada uno, se va descubriendo que cada vez las cosas son más difíciles, porque las decepciones van aumentando, las cicatrices de amores y amistades que marcaron y desaparecieron van amentando, y con esto uno aprende a no fiarse ni de su sombra. Yo cada vez creo menos en las palabras bonitas, en la sinceridad, en la transparencia, y en las personas.

Sería muy bonito que se empezaran a valorar los pequeños gestos, los pequeños detalles y las palabras especiales, con las cuales también hay que tener cuidado para no ilusionar si no vas a corresponer. Y no, yo tampoco soy un angelito, y tendría muchas y muchas cosas de las que podría arrepentirme, y me he dejado llevar en muchos momentos.  Pero hay unos principios básicos, que no se deberían saltar.


Esta sociedad nos da facilidades para hacer el amor, pero no para enamorarnos - Antonio Gala

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Escrito cierta madrugada de martes a miércoles; retocado hace unas horas.
Dedicado a aquellas personas que me inspiraron a escribirlo.

viernes, 12 de octubre de 2012

Historial vital en la red...

Hoy en día, casi todo el mundo tiene cuenta en diferentes redes, las use más o menos: Facebook. Twitter, Fotolog, Blogger, Tuenti...  De estas personas que tienen cuenta en diferentes redes, existen dos tipos de navegantes: los que cuando se cansan de la red en cuestión, las borran; y los que cuando se cansan las abandonan, pero no las borran. ¿Qué es mejor?

Yo personalmente, cuando abandono alguna de estas páginas, las suelo dejar ahí. Las suelo abandonar poco a poco, y al final nunca entro para borrarlas, porque igual hasta he olvidado la contraseña. De todas formas, pienso, nadie se va a poner a cotillear tiempos pasados de alguien, y si lo hace, que lo haga sabiendo que son fotos/pensamientos del pasado y no actuales. Quizás se puede borrar alguna foto que ya no quieres que se vea, o poco más, pero en general, yo siempre lo dejo ahí, porque forma parte del historial de mi vida.

Tengo varios amigos que cuando se cansan de sus cuentas en fotolog, youtube, o lo que sea, directamente, borran todo y lo eliminan. Muy bien por ellos, pero a mí especialmente no me gusta. Quizás en las fotos/vídeos/palabras de esas personas, había algo para mí. Borrando todo, se ha perdido, queda en la memoria, pero en principio no podrá recuperarse en el mismo formato donde se hizo...

Y tú, ¿de qué tipo eres?


martes, 9 de octubre de 2012

La solución a los problemas de espacio: ¡cajas!


¿Tienes problemas de espacio en tu casa? ¿No sabes ya como organizar las cosas?

Yo desde siempre he compartido habitación con mi hermana, y de pequeñas bien, pero llegadas a ciertas edades, una se va dando cuenta (entre otras muchas cosas...) que le falta espacio. Las dos con carrera -lo que implica montañas de apuntes-, las dos con gusto por la lectura -lo que implica muchos libros-... Hasta ahora en mi cuarto teníamos torres y torres de libros y documentos, que ya no sabíamos donde meter...

¿La solución? Cajas. Un buen día me puse a observar mi casa -la casa de mis padres-, a ver cómo podía estructurar el espacio. No sé como llegué a una solución, de la que dos semanas después estoy bastante contenta: comprar cajas de almacenaje, y ponerlas encima de los armarios. En esas cajas, he guardado viejos papeles que no utilizo pero sirven, viejos documentos y libros que estaban ocupando espacio de paso, para ahora estar más ocultos en cajas encima de un armario o en estanterías. También compré cajas más pequeñas para guardar pequeños objetos o documentos de forma organizada. 

No tengo fotos del antes y después de mi cuarto, pero la verdad es que los resultados son sorprendentes. Ocupo espacio que estaba inutilizado encima de armarios, dejando mucho espacio libre en mi cuarto, donde antes vivía agobiada. Para los que tengáis problemas de espacio os animo a hacer lo mismo, además que de es un buen método para organizar cosas. 

Cajas encima de un armario de mi casa
Estantería de mi habitación
Cajas en el salón
Decoración con Cajas - Ikea

domingo, 7 de octubre de 2012

La isla de las emociones

El Amor... Aquel extraño sentimiento que cuando quiere a alguien,  se aferra a todo, a cualquier gesto, a cualquier  ilusión, a cualquier esperanza, aunque quizás, no haya ninguna...

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"Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el Temor, la Sabiduría, el Amor, la Angustia, la Envidia, el Odio… Todos estaban allí.

A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila y hasta previsible. A veces la Rutina hacia que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia y la Conveniencia lograban aquietar el Descontento.

Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento llamó a reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar del encuentro, todos estuvieron presentes. Entonces, el Conocimiento dijo:
–Tengo una mala noticia para darles: La isla se hunde.
Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:
–¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!
El Conocimiento repitió:
–La isla se hunde.
–¡Pero no puede ser! ¡Quizá estás equivocado!
–El Conocimiento casi nunca se equivoca –dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad–. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.
–¿Pero qué vamos a hacer ahora? –se preguntaron los demás.
Entonces, el Conocimiento contestó:
–Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla… Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
–¿No podrías ayudarnos? –preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.
–No –dijo el Conocimiento–, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.
Las emociones dijeron:
–¡No! ¡Pero no! ¿Qué será de nosotros?

Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.

Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero… Todas… salvo el Amor. Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:
–Dejar esta isla… después de todo lo que viví aquí… ¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahh… compartimos tantas cosas

Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra… y acarició cada rama…
Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:
“Quizá la isla se hunda por un ratito… y después resurja… ¿por qué no?”
Y se quedó durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible…

La isla se hundía cada vez más…
Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.
Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona más alta…

Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.
Así que, una vez más, tocó las piedritas de la orilla… y se arrastró por la arena… y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que otrora fue enorme…
Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia, caminó hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que más le gustaba, era la más elevada…

Y la isla se hundía cada día un poco más…
Y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño…
–Después de tantas cosas que pasamos juntos… –le reprochó a la isla.
Hasta que, finalmente, sólo quedó una minúscula porción de suelo firme; el resto había sido tapado completamente por el agua.

Recién en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra…
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.

Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos; había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco ante sus ojos.
Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros lo comprendiera y lo llevara.

Buscando con los ojos en el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas. La Riqueza se acercó un poquito a la bahía.
–Riqueza, tú que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote…
Y la Riqueza le contestó:
–Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento… –y siguió su camino sin mirar atrás.

El Amor se quedó mirando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, caireles, mármoles y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención.
El Amor se estiró un poco y gritó:
–¡Vanidad… Vanidad… llévame contigo!
La Vanidad miró al Amor y le dijo:
–Me encantaría llevarte, pero… ¡tienes un aspecto!… ¡estás tan desagradable… tan sucio y tan desaliñado!… Perdón, pero creo que afearías mi barco––y se fue.

Y así, el Amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.
–Tristeza, hermana –le dijo–, tú que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo… ¿Me llevarás contigo?
Y la Tristeza le contestó:
–Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaan triste… que prefiero estar sola –y sin decir más, se alejó.

Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, la isla iba a hundirse en el mar hasta desaparecer.

Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final…
De pronto, el Amor escuchó que alguien chistaba:
–Chst-chst-chst…
Era un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos.
El Amor se sorprendió:
–¿A mí? –preguntó, llevándose una mano al pecho.
–Sí, sí –dijo el viejito–, a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.
El Amor lo miró y quiso explicar:
–Lo que pasó fue que yo me quedé…
–Yo entiendo –dijo el viejito sin dejarlo terminar la frase–, sube.
El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.

No pasó mucho tiempo antes de ver cómo el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecía para siempre.
Nunca volverá a existir una isla como ésta –murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito lo contradijera y le diera alguna esperanza.
–No –dijo el viejo– como ésta, nunca.
Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo.

Giró sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero éste, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.

Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:
–¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó… Todos los demás no comprendían que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo ni siquiera sé quién es…
La Sabiduría lo miró a los ojos largamente y dijo:
–Él es el único que siempre es capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvó, Amor, es el Tiempo"

"La Isla de las Emociones"
Jorge Bucay

viernes, 5 de octubre de 2012

Los errores son para mejorar...

Existen dos tipos de personas: las que les gusta que les digan los errores o fallos que comenten en ciertos aspectos, y las que no. Yo soy del primer tipo, siempre he pensado y seguiré pensando, que los errores son para mejorar. Conozco mucha gente, que les comentas cualquier mínima tontería y con todo el respeto, y te saltan que te dejan a cuadros.

Por ejemplo, en el tema de conducir. Yo tengo carné desde los dieciocho, me gusta conducir, y siempre que voy con alguien en el coche, siendo otro el que conduce, me fijo mucho en su forma de conducir. Si tengo confianza con esa persona, cuando ya nos bajamos del coche, le suelto en plan bien algún fallo tipo "para mi gusto, te pegas mucho al coche de delante". Cosas así. Hay gente que se lo toma a bien, y hasta te da las gracias, así ya sabe en qué mejorar. Hay otros que se lo toman a broma, pero también en plan bien. Y hay otros, que directamente, te tiran los trastos a la cabeza. Sí, me ha pasado. Una persona que tiene sus bastantes fallos, decírselo educadamente, sacarle detalles exactos del por qué. Y al comentarlo, él alterarse y contestar borde cuando nunca se le ha faltado el respeto.

Ese es un ejemplo, podría poner muchos más, como los trabajos de clase, o exámenes. Es interesante que siempre te devuelvan el examen o trabajo corregido, para así, tengas la nota que tengas, saber en qué te has equivocado. Hay gente que no piensa así, que si ha suspendido ha suspendido, y si ha aprobado pasa de todo. Pero yo soy de las que me gusta saber en qué me he equivocado, para saber qué es lo que no sabía cuando hice el examen o trabajo.

Siempre que se diga con respeto, me parece perfecto decir errores a los demás. Me gusta que si hago algo mal, en cualquier aspecto, me corrijan, para así intentar mejorarlo en la medida de lo posible. Y los que piensen lo contrario a mí, perfecto, pero como siempre digo, los errores son para mejorar.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Profesores y evaluación: ¿son realmente objetivos?

Hace poco, en junio y en septiembre, fui a ver la presentación de los proyectos fin de máster de varios amigos. Volver a mi facultad, hizo ver cuánto echo de menos mis años de estudiante. A su vez, me puse a pensar en mis tres años de diplomatura, y mis dos años de máster, y me hice una pregunta:  las notas, el expediente académico, ¿realmente determina tus conocimientos?

He llegado a la conclusión que no. Hay asignaturas en las que tengo un sobresaliente, pero porque el profesor era de poner buenas notas a todos, y no aprendí nada. Hay asignaturas en las que tengo un cinco, y son las asignaturas que más me he trabajado de toda la carrera, que quizás se me daban mal, y tener un cinco con sabor a diez, ya que después de dedicarlas horas y horas, las recuerdas muchísimo más que el resto, aunque tengas menos nota. Hay asignaturas, incluso, que son las típicas de estudiar textos enormes, que lo aprendes para el examen, igual tienes muy buena nota, pero a los dos días se ha olvidado todo.

Cada profesor tiene su sistema de evaluación propio. Hay profesores a los que les gusta poner buenas notas, otros que parece que les gusta suspender a los alumnos. Y no es comparable la evaluación de cada profesor, ya que cada uno lo hace a su manera.

Realmente, pienso que el expediente académico no determina los conocimientos reales, sino que dependen del profesor o del tribunal examinador que te toque. Pero por suerte o por desgracia, el expediente está ahí, muestre o no los conocimientos reales.