Más generosidad, más música, menos vergüenza, menos compararse y menos importar el qué dirán.
Más compromiso y seriedad cuando hace falta, pero también más comportarse como un niño grande. Nunca perder la curiosidad, apreciar los detalles y reírse más.
Pedir más y conformarse menos. Buscar menos, y dejarse encontrar más. Aprender. Disfrutar del camino. Inspirarse. Conocerse. Disfrutar.
El olor del mar, el sonido de los pájaros y el viento rozando la cara.
Respirar.
Tan solo respirar.
Motril, Puente de Mayo 2017. [Cámara personal] |
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